jueves, 17 de febrero de 2011

Te hablo de sentir esta cosa en el pecho.

Te hablo de sentir esta cosa en el pecho. Te hablo de pasión indomable, de leones en el estómago. De huevos revueltos sobre el pelo, querer sacudir la cabeza, quitarme todo y lanzarme. Quitarte todo, y lanzarme. Te hablo de que se me está saliendo un piano a borbotones por la nariz, de que mis manos torpes nunca llegaran a acariciar tu piel con esos besos que quiero enseñarte. Me das calor, tú, maldita chica negra de ojos blancos. Te hablo de que no puedo verte sin abrasarme.

Y tú, y tu calma. Esos ojos que crepitan, envueltos en fría calma. De repente llegas, sacas una sonrisa y me dejas desarmada. Podrías hacer de mí un títere con el que jugar a placer. ¡Y qué mejor para mí, dejarme llevar por tu titiritada!

Volatinero, volatinero que juega
con ramos de sueños,
con hebras de humo.
Volatinero, que marca su paso
sobre caminos de nubes,
sobre baldosas de sol.
Volatinero, que haces de sonrisas, mundos;
y de muecas,
escorpiones de luna y color.

1 comentario:

  1. (Sigo fiel a tu blog) Te superas con cada entrada! Esas imágenes surrealistas...muy acordes con una volatinera de los sueños que descansan en las palabras ^^.

    ResponderEliminar